Todo fotógrafo o creador de contenido sabe o debería saber que un estudio fotográfico es de los mejores sitios que existen para crear material para una marca. Es un espacio creativo donde las personas pueden decidir de manera más precisa los elementos que estarán dentro de la fotografía y las condiciones que influirán en el resultado final.
Tristemente, no todas las personas pueden pagar un estudio tradicional, pero eso no significa que se queden sin alternativas. Todo lo contrario, es una situación que creadores de contenido, fotógrafos y modelos pueden aprovechar para crear un spot profesional en casa para así tener un espacio propio y personalizado.
Primero lo primero, debes enlistar los elementos que incluirás en tu spot profesional casero. Estos elementos deben ser los suficientes para que puedas tener ciertas libertades al momento de crear material. Hemos enlistado algunos que te podrían venir bien para empezar.
Todo parte por definir el sitio de tu spot fotográfico casero. Bien sea un garaje, sótano o una habitación abandonada, solo necesitarás un lugar despejado en el cual disponer de todo el equipo necesario para las sesiones.
No es necesario que el espacio no se use nunca para crear el estudio. Puedes aprovechar que varios elementos del equipo sean plegables para montarlos puntualmente para la sesión y después guardarlos para despejar nuevamente el lugar.
Otro de los elementos imprescindibles de la fotografía de estudio son los fondos. No solamente ayudan a brindar cierta elegancia y aspecto dentro de la composición, sino también son útiles para controlar el reflejo de la luz.
Para un spot fotográfico en casa, el tipo de fondo que más te recomendamos es el desmontable, pues te será más fácil desplazarlo en tu hogar y podrás montarlo y desmontarlo según te sea más conveniente.
En cuanto a fondos desmontables, los dos más comunes son los de tela y papel. Mientras los primeros son más duraderos, tienden a arrugarse y necesitar lavado con frecuencia. Por su parte, los fondos de papel duran menos y a veces pueden generar brillos indeseados, pero no deberás preocuparte por la suciedad, pues simplemente podrás cortar la parte percudida y desenrollar un nuevo trozo.
No se puede hablar de un spot fotográfico sin contar los flashes. En términos de costos, el flash más accesible es el externo y que se acopla a la cámara a la perfección.
Sin embargo, un experimento interesante sería probar este mismo flash y usarlo como una fuente de luz independiente apoyada de un disparador y un trípode. Esta distribución te acercará a tener resultados más cercanos a los que puedes alcanzar con un estudio fotográfico tradicional.
Una alternativa más profesional son los flashes de estudio. Son más caros que las versiones portátiles, pero incluyen más opciones de control de luz. Tanto para este tipo de flash como para la versión portátil, necesitarás tener un disparador al alcance.
El trípode es un soporte externo a la cámara que le ayuda a mantener su estabilidad. No siempre son necesarios, pero sin duda son un apoyo que te ayudará en más de una ocasión. Así como otros elementos de tu equipo, puedes montar y desmontar un trípode con facilidad si eliges bien el modelo.
Este es un tipo especial de reflector que te puede ayudar de más de una forma en tus fotografías caseras. Por un lado, y como hace cualquier reflector, te ayudará a reflejar la luz del flash principal para así no tener que depender de una segunda fuente si hace falta.
Por otro lado, también te servirá como difusor si remueves el revestimiento reflectante. Como es translúcido, puede tener un efecto similar al de un softbox. Este tipo de reflector también puede servir como fondo de negro en retratos con planos más cortos, incluso aunque sea una opción más rústica que otras en comparación.
Por último, te damos tres sugerencias para tener en mente cuando organices un spot fotográfico profesional en tu casa y que te darán más luces sobre qué equipo montar y dónde.
Al momento de montar un spot para una sesión específica, piensa primero en los elementos que son imprescindibles para que el resultado sea el que buscas, y si es posible, descarta aquello que sea accesorio.
El fin de esto es no desplegar más elementos de los que requiere la sesión en cuestión y, en definitiva, hacer un mejor uso del espacio.
Dentro de lo posible, intenta tener tu spot cerca de una ventana para así aprovechar la luz natural. Esto viene especialmente bien si no cuentas con luces artificiales todavía.
A la hora de elegir el espacio para tu spot, es importante que consideres qué tan transitado es ese lugar por las personas que viven contigo, sea tu familia, amigos, pareja, etcétera. Si quieres un spot más permanente, te convendrá instalarlo en un lugar despejado y donde las personas no pasen con frecuencia.
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